KARMA:
LEY DE CAUSA Y EFECTO
Karma
significa “actuar” y se refiere a que las acciones que una persona realiza en
vida definirán estados sucesivos de eventos en su futuro. En la cultura
occidental, al karma se le conoce como la ley de causa y efecto.
Una frase
de la filosofía Zen dice: “Todo el mundo sabe que los naranjos crecen de
semillas de naranja. Que los manzanos de semilla de manzana. Pero, ¿por qué
deberíamos pensar que las cosas buenas pueden crecer a partir de las semillas
de la maldad?... Porque no creemos en la ley de causa y efecto”.
La ley
mencionada anteriormente forma parte de la filosofía milenaria de las
religiones orientales. En ellas, a esta ley se le denomina como karma, que
significa “actuar”. Y la definen como la
suma de las acciones de una persona en uno de sus estados sucesivos de su
existencia. Ellos consideran que toda acción del individuo en su vida presente
decidirá su destino para la próxima vida. En sánscrito, karma significa “acción
volitiva que se lleva a cabo en forma deliberada o conscientemente”. Aseguran
que el karma es la diferenciación que caracteriza a los seres humanos y que les
distingue de las demás criaturas del mundo.
La teoría
del karma, si lo deseamos plantear como ciencia, se basa en el principio
newtoniano de que toda acción produce una reacción igual y opuesta. En otras
palabras, cada vez que pensamos o hacemos algo, creamos una causa que, con el
tiempo, dará sus efectos correspondientes. Y esta causa y su efecto cíclico
genera el concepto del samsara o el ciclo de nacimiento, vida, muerte y,
posteriormente, la reencarnación. Es
decir, la personalidad de un ser humano –con sus acciones positivas y
negativas- genera un efecto en su otra vida o en su vida presente que
constituye el karma.
Se
considera que el karma se puede generar por las actividades del cuerpo o la
mente, con independencia de la consideración de si el rendimiento trae frutos
de inmediato o en una etapa posterior.
SU PROPIA OBRA.-
Cada
persona es responsable de sus actos y pensamientos, por lo que el karma de cada
persona es enteramente su propia responsabilidad. Los occidentales vemos e
interpretamos el funcionamiento del karma como fatalista. Pero eso está lejos
de ser cierto, ya que está en manos del mismo individuo darle forma a su
futuro, a través de la fabricación de su presente.
La
filosofía hindú, considera que el karma se concretiza en la reencarnación o en
la vida después de la muerte. Sostienen que si el karma de una persona es lo
suficientemente bueno, su próxima vida será gratificante; y si no, la
reencarnación podría degenerar en una forma de vida más baja. A fin de lograr
un buen karma, es importante vivir la vida según el dharma o hacer todo lo que
es correcto.
TRES TIPOS DE KARMA.-
De acuerdo
con las formas de vida elegida por una persona, su karma se puede clasificar en
tres tipos: El karma satvik, que es sin apego, desinteresado y en beneficio de
los demás; el karma rajasik, que es egoísta, donde el foco está en las
ganancias para sí mismo y solo en lo que a mí me interesa; y el karma tamasik,
que se lleva a cabo sin prestar atención a las consecuencias, son personas
sumamente volátiles y salvajes.
LA ACCION LIBRE.-
Conforme a
las escrituras hindús, la disciplina de la acción libre (karma nishkama), puede
conducir a la salvación del alma. Por lo que recomiendan que uno debe
permanecer al margen en el ejercicio de sus funciones en la vida.
Tal como
dice la escritura sagrada hinduista Bhagavad Gita: “Para el hombre que piensa
en los objetos surge el apego hacia ellos. Del apego, el deseo surge, y del
deseo surge la ira y de la ira viene la ilusión y el engaño y la perdida de la
memoria. De la perdida de la memoria, la ruina y la discriminación, y en la
ruina y la discriminación, perece”.
GANAR EN LA VIDA.-
Al entender
lo que es la teoría del karma, se obtiene un plan brillante para ganar todo en
la vida. Usted se puede encontrar en cualquier situación actualmente y tener
éxito. En la cultura occidental se piensa en el karma como un efecto más
directo en relación estrecha con la ley de causa y efecto.
Los
occidentales consideramos que es en esta vida en la que se paga nuestro karma.
Consideramos que es un efecto inmediato, casi en días u horas. De hecho, se
piensa que todos los sistemas basados en la fe religiosa que trabajan para
ayudar a las personas en el acto de la vida y el logro de sus metas, tienen en
su centro una base sólida basada en una comprensión de cómo la acción
individual y colectiva (karma) crea una reacción o respuesta a eventos y le da
forma a nuestra vida.
LA LEY DE CAUSA Y EFECTO.-
Desde el
punto de vista del budismo, las matemáticas y la ciencia en general tratan de
explicar cómo y por qué suceden las cosas. Al igual que la ciencia, el budismo
reconoce la existencia de la ley de causa y efecto en la naturaleza y en la
física, y le llaman niyamas.
Esta ley
posee los mismos principios de la ley de gravedad o la inercia: “Todo lo que
sube tiene que bajar”. Subir es la causa y bajar es el efecto. Estas leyes
físicas no están dirigidas por Dios, quien castiga o premia por nuestras
acciones. Por ejemplo, si tenemos un amigo que saltó de un edificio y murió, no
levantamos los ojos al cielo y exclamamos: “¡Maldita gravedad acabas de matar a
mi amigo!”. Del mismo modo, si usted constantemente causa daño a otras personas
y siempre tiene mala suerte, no tiene sentido culpar a Dios o a los demás.
Usted mismo provocó ese efecto.
El budismo
afirma que las decisiones que toma un individuo serán como semillas que, al ser
sembradas, producirán frutos que son los resultados de estas acciones. El
budismo recomienda preceptos de comportamiento que se fundamentan más en la
experiencia que en un estilo tirano de hacer leyes arbitrarias. Son algo así
como las enseñanzas que un padre da a su hijo al explicarle a este los efectos
nocivos de fumar. No es que el padre sea antitabaco, pero si teme sobre las
consecuencias del tabaquismo sobre su hijo.
Estas
enseñanzas están basadas en la amarga experiencia, conocimiento y mejor
comprensión que tiene el padre de las enfermedades y posible muerte que le
pueda causar el fumar.
Así como el
niño, nosotros podemos entender las ideas básicas y usar nuestra imaginación
para percibir que, en realidad, estas reglas son aún más beneficiosas de lo que
nos parecen.
Ninguna
cosa en nuestro planeta existe de manera independiente. Es decir, no existe
nada en la tierra que no fuera creado por algo más. Todo se crea y modifica
constantemente y, si pensamos profundamente sobre esto, podemos notar que todo
tiene muchas implicaciones en el resultado de lo que nos rodea, un hecho que
constantemente ignoramos y que es tan evidente. Pero los humanos nos
comportamos como si todo lo que existe en el mundo es permanente y como que
nosotros fuéramos el centro del Universo.
El karma
deja una huella mental como resultado de los actos volitivos de una mente
engañada. Estas acciones pueden tener una cualidad positiva o negativa, pero
también pueden tener lo que conocemos como una “justicia poética”. Esto
significa que toda acción, buena o mala, que hayamos hecho a menudo se vuelve
en la misma forma que se hizo. Esto hace que sea más fácil detectar cuando
sucede un efecto de karma en nuestra vida.
UN EJEMPLO.-
El
multimillonario estadounidense John Rockefeller pasó su vida ideando maneras
inteligentes para regalar dinero a los necesitados. Cuando el gobierno hizo
quebrar sus empresas, él luchó contra ellos; pero cuando finalmente ellos le
ganaron, para sorpresa de todos, Rockefeller hizo una fortuna aún mayor de la
que tenía.
De aquí
surge una explicación: Rockefeller dio, en forma inteligente, el dinero que
había ganado con tanto esfuerzo a las personas necesitadas. Sembró una semilla
de generosidad, y cuando él estuvo en una situación similar, el efecto de sus
acciones provocaron una reacción que se tradujo en lo que él había dado a los
demás: dinero.
Algunas
veces nos hemos preguntado ¿por qué me sucedió esto a mí? Según las leyes de
acción y reacción, lo que nos sucede en la actualidad es solo el resultado de
nuestras acciones pasadas. En el caso de que nuestras acciones afecten a
familiares y amigos cercanos, en donde las relaciones son más estrechas, las
probabilidades de un efecto karma es mucho más directo e inmediato.
Para un
budista en las relaciones de amor, donde existe un vínculo afectivo fuerte,
todo lo que sembremos se cosechará mucho más rápido. Si la causa es sembrar
amor, los efectos serán cosechará amor. Si se siembra dolor, se cosechará
dolor.
Por ésta
razón, es importante resolver los conflictos con las personas más cercanas a
nosotros. En última instancia, si hemos sembrado maldad, no hay forma de evitar
los resultados en esta o en tu próxima vida. Es tan simple de explicar como que
a cada acción existirá una reacción.
EL KARMA. En esta ilustración, se observa que el karma
es un efecto cíclico que pasa de una vida a otra. El budismo y el hinduismo
consideran que todos nuestros actos en la actualidad se pagaran en la próxima
vida o en esta.